jueves, octubre 13, 2005

LADRAN, LUEGO CABALGAMOS



“LADRAN, LUEGO CABALGAMOS” (Jorge Cagigas)

Me viene a la mente este comentario a raíz del artículo titulado "Movida en Recursos Humanos", y sobre todo teniendo en cuenta que nos encontramos celebrando el cuarto centenario del Quijote. En un pasaje de "El Quijote", Cervantes pone en boca del famoso Hidalgo, dirigiéndose éste a Sancho Panza el dicho "ladran, luego cabalgamos", haciendo referencia a que si se mantuvieran inmóviles sobre sus cabalgaduras los perros que les salían a su encuentro no les ladrarían y que si lo estaban haciendo es porque estaban cabalgando. Más allá de las particularidades que cada cambio profesional conlleva y de algunas situaciones producidas durante el año 2.004 y principios del 2.005 que han podido sorprender a la comunidad empresarial y al mundo de los recursos humanos, creo que esta situación viene provocada por diferentes causas que voy a tratar de resumir o concentrar a continuación:

1.- Asunción de rol de directiva/o de los directores de recursos humanos. Este cambio hace indefectiblemente que la mayor implicación en el negocio del responsable de recursos humanos esté más expuesto a las discrepancias y que por ello puedan surgir conflictos y finalmente la separación entre el directivo y la compañía. Esto nos estaría equiparando al resto de los directivos de otras áreas.

2.- Creer, pero no estar convencidos. Muchos primeros ejecutivos manifiestan creer que las personas son el principal activo de la compañía, pero a la hora de asignar recursos para realizar esta transición no son capaces de llevar esta creencia a las últimas consecuencias, demostrando de esta manera su “no convencimiento” y frustrando las iniciativas de los profesionales de la función de recursos humanos y de muchos de sus empleados.

3.- Transformaciones de las organizaciones. Las organizaciones españolas están realizando una profunda transformación, y en este proceso afloran las deficiencias en el área de recursos humanos. Los resultados positivos de las nuevas políticas no son visibles en el corto plazo, sino que muchas de ellas tienen un claro objetivo de sostenibilidad del negocio.

4.- Entorno empresarial español: Nuestro entramado empresarial todavía no se puede considerar muy maduro. Muchos de los profesionales de recursos humanos con una dilatada y existosa experiencia en compañías multinacionales no españolas son fichados – “muchas veces a bombo y platillo” y pocos meses después o bien abandonan la compañía o bien la empresa decide prescindir de ellos con las terribles consecuencias que ello conlleva para todos, empezando por la propia función.


5.- Falta de experiencia directiva y de negocio. De todas maneras aunque es bueno analizar las razones situacionales, no sólo se producen estos cambios por mor de lo anteriormente dicho, es cierto, y lo he comentado en otras ocasiones que necesitamos estar cada vez más involucrados en el negocio, pero no es menos cierto que en los países más avanzados los directivos de recursos humanos están llegando a ocupar las posiciones ejecutivas con cierta asiduidad, cuestión aquí en estos pagos todavía extraña y testimonial.


6.-Mayor relevancia informativa. El hecho de que la función de recursos humanos haya entrado a formar parte en numerosas organizaciones en los comités de dirección y que la participación intelectual de los ocupantes de dicha responsabilidad sea cada vez mayor en los diferentes foros, hace que los vaivenes de la profesión sean más conocidos, y que además los cambios profesionales sea por la causa que fuere sean más notorios y públicos dando una sensación más aparatosa.

7.- Mayor movilidad y oportunidades profesionales. Es evidente que el crecimiento y la movilidad tanto funcional como geográfica van abriendo otras oportunidades a los profesionales de la función que antaño seguramente no existían o simplemente eran ignoradas, ya que el profesional de recursos humanos era la persona que guardaba la historia de la compañía y que por ello parecía estaba a buen recaudo porque era la persona encargada de gestionar las salidas de los demás.

La mayoría de los cambios mencionados están incluidos en alguna o varias de las causas anteriormente enumeradas, si bien algunas de las “salidas” más bien motivadas por el “cómo” que por el “qué”, hayan podido causar una cierta perplejidad, asombro, desconcierto y sorpresa, ya que si la incertidumbre en el puesto de trabajo llega a los supuestos paladines de los derechos de los empleados, el panorama puede tornarse oscuro y sombrío.

En cualquier caso y valorando como muy acertados los comentarios realizados por los consultores de recursos humanos, en los casos que nos ocupan y creo conocer la mayoría con cierto nivel de detalle, estas salidas se producen por cabalgar más que por quedarse quietos y enrocados en los EREs o las relaciones laborales.

Por tanto deberemos seguir cabalgando y aceptar los ladridos; en el fondo la función de recursos humanos tiene mucho de común con el Ingenioso Hidalgo.

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