viernes, junio 19, 2009

EL SEÑOR DEL ANILLO

No suelo hacer comentarios ni posts sobre triunfadores en el deporte, pero hoy me voy a permitir una excepción, creo que tremendamente merecida. En mis años jóvenes estuve muy estrechamente vinculado al baloncesto tanto jugando, como en labores de apoyo en uno de los clubs que en los finales de los años 80 - cuando el baloncesto tuvo una gran eclosión y popularidad en España- formó parte de los más mediáticos.
Recuerdo mi primer viaje a los Estados Unidos y la fascinación de acudir a ver ¡¡¡¡ en directo !!!! mi primer partido de la NBA. Todo era espectacular y grandioso, no se ha borrado de mi retina aquella imagen, era la época en la que los europeos empezaban a hacer sus pinitos en algún equipo no de los punteros, y siempre como suplentes, a lo sumo en algún caso como sexto hombre del equipo. Recordamos al primer español que recaló en la liga de baloncesto norteamericana - Fernando Martín-y ahora después de 23 años de este hito, Pau Gasol se ha convertido en nuestro "señor del anillo" de la NBA, se podrían decir muchas cosas de la carrera de Pau Gasol, pero algo que destacaría sobre las demás, es aparte de su pundonor, ganas de superación, compromiso con sus objetivos y retos, y una gran disciplina, el gran diseño de su trayectoria profesional y la coherencia de la misma. Esto ha hecho que haya ido escalando cada peldaño sin prisa, habiendo garantizándose llegar a la cima. Por eso es nuestro "Señor del Anillo".
Aquí todavía no somos conscientes de la importancia que para los norteamericanos tienen los anillos, casi todos ellos portan alguno en sus dedos con cierto simbolismo. Los más apreciados son los de la NBA, NFL, PGA etc., todos los llevan con orgullo y lo muestran satisfechos, nuestra sociedad española no es muy "anillera", en este caso, sino valoramos el anillo, por lo menos valoremos lo que significa y sobre todo porque pertenece a un español que llegó casi pidiendo permiso para hacerse un hueco, y hoy es considerado el revulsivo para que un equipo sin identidad y con una gran estrella descentrada se haya convertido en un equipo ganador bajo la batuta, eso sí, de un gran entrenador.