domingo, febrero 22, 2009

"DEL CAPITAL RIESGO AL RIESGO CAPITAL"




Uno de los aspectos que menos se han comentado durante esta crisis, ha sido sin duda alguna el papel de las compañías - me cuesta llamarles empresas- de Capital Riesgo. En mi experiencia tengo que reconocerles a estas compañías muchos aspectos positivos. Son de destacar el enorme cambio que han provocado en muchas empresas con la incorporación al capital de las mismas de estos accionistas (cambios en el modelo de gestión, ayuda a la internacionalización de la empresa, mejoras en los procesos, incremento del talento organizativo y otros muchos). Ha habido numerosas empresas - muchas de ellas de titularidad familiar- que no hubieran sobrevivido si no hubiera sido por la irrupción de los "private equity" en el accionariado y en la gestión de las mismas. Por otro lado, las compañías de Capital Riesgo atesoran entre sus equipos personas con gran talento y profesionalidad capaces por sí mismos muchas veces de estar al frente de empresas punteras y de conseguir grandes logros.


La pregunta que me hago, y no es sencilla de contestar es ¿Cuál va a ser el papel del Capiptal Riesgo en lo que queda de crisis? y cuándo ésta empiece a remitir ¿ Qué le va a quedar a las compañías de Capital Riesgo?. Hace unos meses, leí un artículo en una famosa revista norteamericana que se preguntaba algo parecido, pero vinculándolo a la llegada a la Casa Blanca de Barack H. Obama. El columnista concluía diciendo que no habrá muchos cambios regulatorios para los "private equity" puesto que varios de los hombres de confianza del nuevo presidente de su entorno de Chicago han estado vinculados o siguen vinculados a estas compañías.


Las empresas de capital riesgo han planteando generalmente sus inversiones de la siguiente manera: Yo cedo mi capital para el desarrollo de una empresa que en principio tiene viabilidad y posibilidad de crecimiento y por esa cesión (normalmente limitada en el tiempo) voy a recoger unas ganancias estimadas de una determinada cuantía - eso sí vinculadas a los resultados de la empresa-, en épocas de bonanza económica las reglas del juego son claras y normalmente cada uno acaba en cierta medida consiguiendo sus objetivos (la empresa crece y obtiene resultados, se profesionaliza más, se internacionaliza en su caso, y el capital riesgo se lleva su beneficio). Pero algunos problemas derivados en el pasado han sido que a veces los resultados no han sido suficientes para satisfacer a las compañías de capital riesgo y eso conlleva discrepancias en el modelo a seguir, las private equity tienen que reportar a las personas que han "depositado" sus capitales retornos inferiores a los esperados. Muchas veces quien ha cedido su dinero a estas compañías no sabe dónde está invertido y espera por tanto que aquellas promesas de beneficios por el capital cedido sea el que en su día se pactó. Esta complicado relación a tres bandas fuerza en cierta medida a las compañías de capital riesgo a "forzar" a las empresas a conseguir resultados a veces en el corto plazo que minan sus resultados e incluso su viabilidad en el medio o largo. Creo que los "private equity" podrían realizar algunos pequeños cambios que seguramente ayudarían en estos momentos y en el futuro también a tener un entorno económico más estable y seguramente más predecible. Se me ocurren entre otras las siguientes:
- Mayor transparencia entre el capital riesgo y los inversionistas de a dónde van sus capitales.
- Aumento de la involucración de los directivos de las Compañías de Capital Riesgo en las operaciones y operativa diaria de las empresas.
- Incremento de la atención a los vaivenes de los sectores donde operan y visión de largo plazo de las inversiones realizadas.
Habrá muchas más, si bien al final se trata de poner un poco más los pies en la tierra de los negocios en los que se opera, seguro estoy que con el talento que existe en esas organizaciones van a realizar aquellos cambios que sean necesarios para la mejora de los resultados de las empresas donde están presentes y como consecuencia de los inversores a los que representan.

LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA EMPRESA ESPAÑOLA


Esta semana he asistido a dos encuentros que estaban directamente relacionados con la interanalización de las empresas españolas.Uno de ellos era la presentación del Primer Informe anual del Observatorio de la la Empresa Multinacional Española (OEME) realizado por Esade Business School y el ICEX y con la colaboración de la Fundación Cultural Banesto y la Fundación PriceWaterhouseCoopers. Bajo el ampuloso título de “La Expansión de la Multinacional Española: Estrategias y Cambios Organizativos” recoge un interesante análisis de diferentes ámbitos de la situación actual de las empresas. Es un aspecto fundamental para nuestra economía que las compañías españolas multinacionales puedan desarrollar negocios fuera de nuestro país, ya que esto nos ayudará enormemente a la superación o atenuación de los efectos de la crisis económica que estamos viviendo. Algunos datos del estudio son francamente reveladores del avance tan importante que se ha llevado a cabo. Destaca que España haya sido el 7º país del mundo en inversión fuera de sus fronteras en los últimos tres años, frente a esta luz está el hecho de la excesiva financiación que para conseguir este puesto han tenido que afrontar las empresas y que sin duda nos pueden pasar alguna pequeña factura en estos momentos. Por otro lado, hay 2.000 empresas que pueden ser consideradas multinacionales, dicho así parece un número más que respetable, pero la realidad o la sombra es que el criterio es tener al menos una filial fuera de las fronteras que sea controlada, la media de filiales de estas empresas es de 3 filiales con lo que estamos hablando de un entorno de 6.000 empresas subsidiarias fuera de nuestras fronteras. La media de filiales de las empresas cuya matriz está en los países desarrollados es de unas 10 aproximadamente, con lo que podemos deducir que todavía nos queda mucho camino por recorrer para poder tener cuando menos unas 20.000 filiales. Por otro lado si elimináramos de la lista las top 20, seguramente el panorama que tendríamos sería algo menos optimista y comprobaríamos que hay un cuantioso número de empresas de las 2.000 más arriba citadas que tienen de manera casi testimonial una o a lo sumo dos filiales.Por último, los retos a los que se enfrenta la expansión de las multinacionales españolas más allá de nuestras fronteras son, aparte de la financiación que ya hemos comentado, es el cambio de sus estructuras organizativas y conseguir ser multinacionales en sentido estricto pudiendo cambiar el proceso de aprendizaje organizacional con mayor aportación de las filiales a la central, la necesidad de continuar el proceso para evitar perder posiciones de mercado en los años venideros y por último y seguramente el más importante, al menos en mi opinión, la gestión del talento y la internacionalización de los cuadros directivos sobre todo en los centros corporativos. Coincide este punto con el segundo foro donde participé más circunscrito a los profesionales de la Función de Recursos Humanos y donde un número importante de las grandes multinacionales españolas apuntaban que los retos más importantes a los que se enfrentan sus departamentos son esencialmente la gestión del talento, la identificación de los jóvenes con potencial, la gestión de la diversidad al margen de la creación de una identidad corporativa.Como vemos, grandes retos que sin duda van a hacer que nuestras organizaciones puedan conseguir los objetivos que se plantean y una gran oportunidad también para la internacionalización de la propia función de recursos humanos.

jueves, febrero 05, 2009

LAS LÁGRIMAS DE FEDERER...........


LAS LÁGRIMAS DE FEDERER……..


Lo primero que tengo que reconocer es que uno de los deportes que siempre he practicado y más me ha entusiasmado ha sido el tenis. A lo largo de estos ya muchos años y desde mi época juvenil he disfrutado más con el juego técnico que con la fuerza, con la estética que con la efectividad, la tierra batida que las superficies como el cemento o la hierba, y eso que seguramente debido a mis condiciones físicas serían más apropiadas éstas últimas. Es por ello que mis admirados jugadores han sido Sampras, Lendl, Wilander, Borj, es decir los ortodoxos en el juego y no los Agassi, Mcenroe o Becker, reconociendo no obstante lo grandísimos jugadores que han sido. Entre los españoles evidentemente Santana, Higueras, Orantes, Bruguera y un largo etc.
Si no fuera español, estoy convencido que por el juego que desarrolla sería más seguidor de Federer que de Nadal, si bien tengo que decir que me encanta la personalidad y el carácter de Rafa. Todavía guardo en mis retinas la imagen en el Conde de Godó del año 2003 la cara de pocos amigos y el saludo esquivo que le propinó a Alex Corretja antes de ser eliminado por éste. Era Rafa Nadal en su estado puro. Hoy tengo que ensalzar la gran humanidad de Rafa y lo gran campeón que es, la mente ganadora que posee pero también la gran deportividad y la humildad de la que hace gala. Enhorabuena por todo ello.
Quería detenerme sin embargo en las lágrimas de Roger Federer, Federer tiene conquistados 13 torneos de Grand Slam, sólo a uno de los que consiguiera Pete Sampras, no ha conseguido coronarse como campeón en la tierra batida de Roland Garros donde Nadal acumula la mayoría de sus 6 Grand Slam. Roger tiene todavía mucho tiempo, sólo tiene 25 años, pero sus lágrimas nos transmitían o al menos eso me pareció percibir a mí, que su reinado llega a su fin, que su carrera está en declive y que a partir de ahora deberá empezar a pensar y jugar de otra manera. Durante algunos años, he escuchado varias veces, incluso al propio Rafa Nadal, que era una pena que Rafa hubiera coincidido con Roger Federer ya que sino hubiera conseguido más títulos a estas alturas. Las tornas han cambiado y es ahora Federer el que opina algo parecido. Al acecho se encuentran otros jugadores, el escocés Murray, el irregular Djokovic y un recién incorporado a la élite Fernando Verdasco. Es cuando menos paradójico que se esté hablando que Verdasco está explotando ahora como jugador, justo cuando tiene la misma edad que Federer. Mientras éste último parece que se bate en retirada Fernando parece que empieza a escalar posiciones en el ranking con paso firme.

En el mundo de la empresa, muchas veces sucede algo parecido, y en vez de pensar en qué momento psicológico se encuentra la persona “tiramos” de edad biológica para indicar cuál va a ser el rendimiento de la persona y para tratar de ubicar a cada uno en un sitio que seguramente no le corresponde o no quiere que le corresponda. Roger Federer no está acabado, es un grandísimo jugador que está atravesando un momento que otros tuvieron que sufrir en su carrera profesional, depende de él y sólo de él, y de su fortaleza psicológica el superarlo. Veremos lo que sucede, pero la temporada recién iniciada nos va a deparar unos fantásticos momentos deportivos. Sólo un pequeño dato para terminar, Federer ganó durante la final del Australian Open un tanto más que Nadal, la única diferencia es que no eligió o no consiguió los realmente decisivos para conquistar la victoria.
Cuánto me recuerda Nadal a esos Líderes , que Jim Collins en su magnífico libro "Good to Great" (Empresas que sobresalen), denominaba como de "Nivel 5"

Suerte a ambos y a los que nos encanta este deporte.