martes, abril 22, 2008

¿TRIPLE CONFIANZA? ¿1% DE FELICIDAD?

Estas últimas semanas he visto algunas acciones publicitarias que me han hecho reflexionar.

La primera de ellas, en la que un gran banco español nos ofrece un 1% más de FELICIDAD, la verdad es que no sólo lo cuantifica porcentualmente, sino que se deduce que la felicidad debe estar directamente relacionada con la hipoteca. Si tu hipoteca es muy alta, tu felicidad es muy baja, es la nueva ecuación. La felicidad es inversamente proporcional a la cuantía de tu hipoteca, y más concretamente a tu cuota mensual, que se basa en la cantidad principal solicitada, los intereses del préstamo y los años para su amortización. Esta entidad financiera, nos lo resume de la siguiente manera, el 1% de tu hipoteca te lo regalan y así tienes un 1% más de felicidad. Esto equivale a que si has solicitado un préstamo hipotecario de 300.000 euros pues serás 3.000 euros más feliz, es decir un 1%.

Otra de las felices ideas de los marketinianos, ha sido el cuantificar la CONFIANZA, reza el eslogan de una empresa promotora inmobiliaria "TRIPLE CONFIANZA", como si la confianza se pudiera desgranar, segmentar, partir y desmenuzar. La Confianza cuya premisa se basa en una reciprocidad equidistante del compromiso, es decir, fiarse con algo y sobre todo de alguien, recibiendo a cambio el mismo trato por la otra parte. No alcanzo a entender cómo se puede materializar esa cuantificación. Cuando uno sigue leyendo, se da cuenta de que lo que se plantea son acciones para conseguir la confianza es decir, "do ut des" . ¿Se imagina usted ofreciendo a uno de sus amigos "doble confianza" mientras a otro sólo se le concede la "simple"?.

¿Se imagina ofreciéndole a su pareja "triple" confianza? ¿Y qué ocurre si la otra parte sólo estuviera dispuesto a corresponderte con la "doble"?.

Hace ya tiempo, en una compañía en la que trabajé el Consejero Delegado me comentaba que el Presidente -que era su padre- tenía un modelo de "gestión por la desconfianza", es decir, continuaba explicándome, "empiezas en la empresa con cero de confianza y vas ganándolo poco a poco", sin embargo - continuaba- mi modelo de gestión es el contrario, ya que yo doy confianza cien por cien al inicio y a medida que uno va fallando va perdiendo puntos. Claramente en mi opinión los dos modelos eran claramente de gestión de desconfianza, como si lo único que variara fuera el funcionamiento del cronómetro, uno cuenta hacia atrás y otro hacia delante, pero con el objetivo de en algún momento no continuar en la empresa. Hagas lo que hagas acabarás llegando a un grado de desconfianza que provocará tu salida de la empresa de manera indefectible, por supuesto que ni decir tiene, que uno jamás sabía en qué nivel estaba en ese ránking tan "sui generis".

Hay algunos conceptos, que por su fuerza conceptual son imposibles de trocear, la felicidad y la confianza son dos de ellos.

Por mucho que se empeñen los publicistas, no hay ninguna opción para conseguir la felicidad con la devolución de un porcentaje de dinero, ni hay ninguna posibilidad de aumentar la confianza doble o triplemente, ésta o se tiene o no, así de sencillo.

Ser generoso suele producir efectos muy estimulantes en el camino inacabable hacia la felicidad - que algunos consideran imposible de conseguir- y sobre todo porque genera confianza en los demás.

Jorge Cagigas

lunes, abril 14, 2008

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